Al
siguiente día de aquella tragedia, los navegantes y el capitán se
pusieron en marcha a por el barco francés. Cogieron cuerdas, ganchos
, etc y armamentos por si volvían a atacarle los alemanes.
Todo
estaba preparado y los franceses se pusieron en marcha a por el
barco francés. El primero que se tiró fue un navegante
especializado en bucear, pero a lo que le tenían miedo era a la
orilla porque allí, era donde se encontraban la mayoría de los
tiburones.
Unas
horas más tarde vieron que se iba acercando el barco alemán por el
fondo, pero ellos ya tenia el barco casi ''en las manos''. El barco
hundido pesaba unas 5 toneladas con lo cuál era muy difícil
extraerlo.
Al
final de todo los navegante ataron aproximadamente 20 cuerdas y
estiraron, pero cuando ya lo tenían casi flotando, las cuerdas se
rompieron y el barco volvió a quedar otra vez hundido.
Los
navegantes tristes se pusieron furiosos, no sabían que hacer y el
capitán le echó una buena bronca. Ellos dijeron que lo intentarían
otra vez , pero el barco alemán cada vez estaba más cerca y ellos
venían armados aun más.
Jake
avisó al capitán que cada vez se iban acercando más y Jake le
dijo que era la hora de activar los cañones por si le atacaban. El
barco todavía estaba hundido, y ,ellos ahora se centraban en cómo
atacar al barco alemán.
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